En los tiempos que corren al gran CHEF JJ, en 2019, le rondó por su cabeza construir una casa rural, dedicada al público más exquisito que deseara pasar unos días con su familia en una casa rural de un pueblo, pero con las comodidades y servicios de una capital.
Fue pasando el tiempo y al final la idea se puso en marcha, con sus dificultades como todas las obras y sus burocracias. Como os contamos en otra sección todo el proceso resumido de cómo se desarrolló toda la obra y sus dificultades, que no es el mejor ejemplo de las facilidades que dicen los políticos para la España vaciada, pero aquí estamos a pesar de todo.
JJ. viene del turismo y este pueblo le vio crecer, y digo crecer por que yo nací en otro pueblo de Palencia, pero Castrojeriz marcó mi trayectoria y vida hasta que a los 16 años decidí salir por esos mundos de Dios a ¡volar!.
Decidí tomar el camino de la hostelería y mi decisión fue, que la cocina era mi pasión y mi futuro, para ser un buen chef de cocina, ¡y así fue! a mis 18 años ya poseía titulo de cocinero de primera, y a los 20 ya tuve mi primera oportunidad de ser chef de cocina, por lo tanto ahora los retos eran muy superiores y había que aspirar a lo máximo en está profesión, incluso me propusieron en 1975 llegar a ser cocinero en el vaticano, pero lo rechacé, como rechacé otra oferta al año siguiente para ir como chef a New York.
Mi vida laboral fue muy intensa, trabajé en Madrid, Barcelona, París, Costa Azul, Montecarlo, Milan, Roma y en las Islas Canarias. A mis 33 años monté mi propio restaurante en Barcelona que regenté 9 años llegando a ser una mención de estrella, hasta que la vista dijo basta.
y qué hacemos aquí!
En todo este espacio de vida tiempo de los 15 a los 43 el turismo me lo dió todo, y tuve oportunidad de conocer y saludar a grandes personajes de la historia de la vida y de los hombres. Tuve el honor de compartir mesa y mantel con monseñor de Balaguer, (hoy nombrado santo), saludé y charlé con el gran Dalí, al Gran músico Xavier Cugat, al rey Don Juan Carlos I, al rey Huséin de Jordania, a príncipes árabes, Julio Iglesias, Montserrat Caballé, las dos Rocíos, los boxeadores Urtain y Pedro Carrasco, los corredores de Fórmula Uno Emerson Fitipaldi y Miki Lauda, al gran Raphael y Norma Duval.
Trabajé en los años 70 con la primera bailarina de los años, 1940 y 50 del Lido de París, estuve charlando con Johan Cruyff Cruit varias veces como jugador y entrenador, con Kubala, con Luis de La Fuente Plata Olímpica y Campeón de Europa con la selección española Sub 21 de fútbol (hoy seleccionador nacional absoluto).
Fuí nombrado caballero y académico de La Academia Tasta Vins de San Umbert del Penedès, junto a Jordi Pujol, así como el encuentro con otros políticos en los últimos años como Ayuso, Almeida, Monasterio, ministros de Turismo de Uruguay, Panamá y la Ministra de Turismo Reyes Maroto, etc.
Y por toda esta historia de mi profesión y trayectoria profesional viene el nombre de la casa rural, EL RINCON DEL CHEF, ¿seguro que ahora todo les encaja y lo entienden mejor, el por qué del nombre?
En está casa rural usted podrá hacer de todo, pero su propietario no cocinará para ustedes, salvo que el mismo tenga un día inspirado y le invité a comer en su mesa para degustar seguramente alguna fantasía culinaria sacada de sus amplios conocimientos, ¡que todo podría ser! y mantener después una agradable tertulia hablando de lo que las circunstancias nos propongan en este mundo tan agitado.
Ustedes también podrán comprobar toda está trayectoria profesional en este lugar porque estarán expuestos todos los diplomas, medallas, trofeos, y menciones de honor de todos los concursos de cocina en los que participé, tanto nacionales como internacionales de mi corta trayectoria como chef, así como todas mis intervenciones, reconocimientos y charlas por el mundo en mi otra vida después de la ceguera.
En noticias, les publico esa vida laboral frenética, y cómo se reinventa JJ. después de perder la vista a los 45 años, y volver a no serle indiferente a nadie, en otro campo profesional muy distinto al que yo conocía, ¡hasta nuestros días!.
